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San Valentín es la fecha perfecta para celebrar el amor, aunque cualquier día del año es un buen momento para demostrar aprecio o tener un bonito detalle. Si estás pensando en algo que regalar, te recomendamos comprar lencería para San Valentín.
Te proponemos ir un paso más allá en la elección de las prendas. Además de ser atractivas, te proponemos aquellas que sean funcionales y demuestren cuánto te preocupas por su comodidad y bienestar.
¿Por qué regalar lencería para San Valentín?
La lencería es un componente indispensable en el armario de cualquier persona, y son prendas que deben ser cómodas para llevarlas durante todo el día. Además, al tratarse de una prenda que está en contacto directo con partes íntimas del cuerpo, debe ser de calidad y fabricada con los mejores materiales.
Regalar lencería en el día de los enamorados significa que te preocupas por esa persona. Alejándonos de los regalos más impersonales, las prendas interiores denotan un conocimiento por los gustos ajenos y eso indudablemente es una señal de amor. ¿Quién no conoce los gustos de su pareja? Sabes que prefiere un color sobre otro, un modelo que le queda como la segunda piel o el estampado que jamás se pondría.
En esta ocasión, es ideal decantarse por prendas más sensuales, con un toque de picardía. Diseños más atrevidos para él, encajes para ella. Aunque de gustos no hay nada escrito, así que deja volar tu imaginación pensando en qué te gustaría que llevara tu pareja para ese día.
Las apuestas #para ella
Propuestas bien sexys porque no nos atrevemos a decidir si el rojo o el negro es mejor para estas fechas.
TANGA YSABEL MORA
Las apuestas #para él
Diseños que sorprenderán con gran comodidad sin perder el toque sensual de cada prenda.
Consejo para triunfar: Algo diferente.
Los regalos están muy bien, eso es indudable, pero aprovecha para hacer algo fuera de lo habitual. Recuerda lo que solíais hacer antes y que ahora por tiempo es inviable. Aquella primera canción que bailasteis juntos, volver al lugar donde tuvisteis la primera cita.
Muchas veces no se necesita mucho para reavivar la chispa de la pasión, porque el amor sigue ahí y es algo que se trabaja día a día con pequeños gestos.
