Cuidar la ropa interior adecuadamente

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Aunque pueda parecer que el mayor desgaste de la ropa interior se produce cuando la usamos, lavarla y secarla de forma inadecuada también son factores que aceleran el proceso. Aprender cómo cuidar la ropa interior es la mejor forma de conservar su forma, suavidad y color durante más tiempo.

Guía definitiva de cómo cuidar la ropa interior

1. Lavar correctamente

La eterna pregunta es: ¿lavar a mano o a máquina?

No hay una única respuesta, y siempre está sujeta al tipo de prenda, pero la opción más segura siempre es lavar a mano, se tiene un mejor control de la fuerza y cantidad de jabón. Pero, seamos realistas: ¿Quién tiene tiempo de lavar a mano cada prenda? La lavadora se inventó para facilitarnos la vida, por lo que veamos cómo realizar un correcto lavado de cada prenda.

Una de las prendas más delicadas por excelencia, sobre todo si tienen aros. Utiliza siempre una bolsa de lavado ya que es una de las razones por las cuales se salen los aros. Usa detergentes suaves, agua fría o templada y nunca los retuerzas al escurrir.

Si tiene copas preformadas, presiónalas suavemente con una toalla para retirar el exceso de agua antes del secado. No es necesario lavarlos cada día, pero sí cada dos o tres días.

Las braguitas, especialmente las de encaje o tejidos finos, requieren un lavado delicado. Usa siempre una bolsa exclusiva y programa de baja temperatura.
Evita el uso de suavizantes, ya que pueden alterar las fibras elásticas.

Para las de algodón, un lavado a temperatura moderada es suficiente para eliminar bacterias sin deteriorar el tejido.

La ropa interior moldeadora contiene fibras elásticas que se degradan fácilmente con el calor o los productos abrasivos. Lávalas con agua fría, sin suavizante ni lejía, y evita frotar con fuerza.

Aunque los calzoncillos suelen parecer más resistentes, también necesitan ciertos cuidados. Los de algodón o microfibra pueden lavarse a máquina, pero siempre con agua templada y detergente neutro. Evita los programas de centrifugado fuerte para que no se encojan ni pierdan elasticidad. 

2. Secar al aire

Esto es una norma que se puede aplicar a todas las prendas interiores. Evita la secadora a toda costa pues es el calor es un enemigo natural de la mayoría de los materiales que se emplean en la confección de estas prendas. Dañan los tejidos, y acelera el deterioro de las fibras elásticas.

Secar al aire libre es la mejor opción, a la sombra y en una zona con buena ventilación. La luz directa del sol perjudica más que ayuda a la hora de secar.

¡Consejo! Sujeta las prendas por las zonas sin costuras ni encaje para evitar deformaciones.

Cuidar la ropa interior adecuadamente

3. Guardar cuidadosamente

El último paso, pero no por ello el menos importante: guardar de forma adecuada cada tipo de prenda. Almacenarlas correctamente es la clave para mantener su forma, elasticidad y apariencia, y evitar que se deformen o se deterioren antes de tiempo.

No dobles las copas, guárdalos extendidos o apilados en un cajón. Ayuda a mantener su forma y que, en el caso de los aros, no se acaben saliendo.

Dobla las bragas, tangas o culottes dos o tres veces sin presionar demasiado. No hagas una compresión exagerada o el elástico se deformará. Te recomendamos que las guardes por tipo y color, así será más fácil hacer una selección para el momento adecuado.

Para mantener su forma y capacidad elástica, evita enrollarlas o doblarlas excesivamente. Lo ideal es almacenarlas por separado sin comprimirlas.

Esta prenda es más fácil de guardar porque no requiere de tanta delicadeza. Se pueden enrollar o doblar según el tipo de cajón o espacio disponible y organizar según el tipo, así es más fácil seleccionar el adecuado para cada ocasión.

Como ves, si sigues estos pasos a la hora de cuidar la ropa interior, lograrás alargar al máximo su vida útil. En Talla100 encontrarás prendas de calidad de las mejores marcas para tu día a día o para ocasiones especiales.

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